6 de septiembre de 1839 es ahorcado Manuel Congo, líder de la rebelión de esclavos más grande que se produjo en la región del Valle de Paraíba del Sur, específicamente en Paty do Alferes, en Río de Janeiro.
La mayoría de los esclavos estaba compuesto por hombres jóvenes nacidos en África. Según los datos de 1837-1840, aproximadamente el 75% de los esclavos de la región fueron los africanos, el 68% tenían entre 15 y 40, el 73,7% eran hombres. Los jóvenes y los esclavos eran preferidos en el trabajo del derribo de los bosques, la siembra y el deshierbe, que requieren gran fuerza física.
Manuel Congo era un hábil y enérgico hombre negro, de pocas palabras y sonrisa. Como era común entre los esclavos de origen africano, su nombre se compone de un nombre portugués dado con el nombre de su "nación" o región de origen. Manuel era herrero, trabajo que requiere habilidad y entrenamiento, lo que sin duda le dio un estatus más alto entre los otros esclavos y un mayor valor económico ante los maestros. Coincidentemente, en la cultura de kimbundu, grupo étnico de Angola, el comercio de herrero era un oficio exclusivo de los reyes y nobles.
El 5 de noviembre de 1838, mataron a un grupo de esclavos en las proximidades de la granja del del capitán general Manuel Francisco Xavier. Los esclavos trataron de linchar al capataz que había conducido la masacre pero fueron reprimidos. Este hecho fue el detonante que movilizó a muchos esclavos a escapar de las granjas y refugiarse en los bosques. Esto produjo temor en la clase dominante que veía la posibilidad de que los esclavos, armados de machetes, podrían llevar adelante grandes revueltas.
La noticia de la huida masiva de esclavos condujo al pánico entre los agricultores de la región. Apenas 48 horas después del último incidente, el coronel Vernek Lacerda habían reunido 160 hombres de la Guardia Nacional, armados y listos para pelear. Al mismo tiempo, envió un memorando al presidente de la provincia de Rio de Janeiro que le informaba de los hechos y solicitando ayuda. Se iniciaba así una feroz “casería” de esclavos.
Finalmente, los sobrevivientes fueron detenidos y obligados a rendirse. En un combate fueron arrestados el "rey" Manuel Congo y la "reina" criolla Mariana. Los suministros y las armas habían sido abandonados en el apuro de la huida de la muerte. Aunque ha habido más de 300 fugitivos, sólo dieciséis fueron juzgados, entre ellos Congo Manuel, todos ellos esclavos del capitán general Manuel Francisco Xavier, que fue castigado de manera indirecta por otros agricultores por no haber controlado a sus esclavos y, en consecuencia, “han sacudido el frágil equilibrio social de la próspera región”.
Al parecer, durante el juicio se decidió no aumentar en gran medida la “pérdida” del capitán general Manuel Francisco Xavier, que había perdido siete esclavos muertos en combate. Bajo el acuerdo, sólo el líder de la rebelión fue condenado por la muerte en combate de dos soldados de la Guardia Nacional. Todos los acusados indicaron a Manuel Congo como un líder de la insurrección, por lo tanto, fue sentenciado a la horca.
La Granja de Ciudad, donde comenzó la revuelta, es ahora el centro cultural en el pueblo de Arcozelo Paty do Alferes, la más grande en el área de América Latina. La antigua capilla de la casa grande se dedicó a la memoria de los esclavos condenados por rebelión. En el frente están escritos los nombres de Manuel Congo y otros juzgados por la rebelión de los esclavos, pero los nombres de más de una veintena de esclavos muertos en los combates cayeron en el olvido porque no fueron registrados en los casos penales.
Manuel Congo es recordado como líder del Quilombo de Vassouras.
Quilombo (del kimbundu, una de las lenguas bantúes más habladas en Angola: kilombo) o también Palenque es un término usado en Latinoamérica para denominar a los lugares o concentraciones políticamente organizadas de negros esclavos cimarrones en lugares con fuente de agua y cuevas, con líderes que ejercían su autoridad al interior de los mismos.
Manuel Congo era un hábil y enérgico hombre negro, de pocas palabras y sonrisa. Como era común entre los esclavos de origen africano, su nombre se compone de un nombre portugués dado con el nombre de su "nación" o región de origen. Manuel era herrero, trabajo que requiere habilidad y entrenamiento, lo que sin duda le dio un estatus más alto entre los otros esclavos y un mayor valor económico ante los maestros. Coincidentemente, en la cultura de kimbundu, grupo étnico de Angola, el comercio de herrero era un oficio exclusivo de los reyes y nobles.
El 5 de noviembre de 1838, mataron a un grupo de esclavos en las proximidades de la granja del del capitán general Manuel Francisco Xavier. Los esclavos trataron de linchar al capataz que había conducido la masacre pero fueron reprimidos. Este hecho fue el detonante que movilizó a muchos esclavos a escapar de las granjas y refugiarse en los bosques. Esto produjo temor en la clase dominante que veía la posibilidad de que los esclavos, armados de machetes, podrían llevar adelante grandes revueltas.
La noticia de la huida masiva de esclavos condujo al pánico entre los agricultores de la región. Apenas 48 horas después del último incidente, el coronel Vernek Lacerda habían reunido 160 hombres de la Guardia Nacional, armados y listos para pelear. Al mismo tiempo, envió un memorando al presidente de la provincia de Rio de Janeiro que le informaba de los hechos y solicitando ayuda. Se iniciaba así una feroz “casería” de esclavos.
Finalmente, los sobrevivientes fueron detenidos y obligados a rendirse. En un combate fueron arrestados el "rey" Manuel Congo y la "reina" criolla Mariana. Los suministros y las armas habían sido abandonados en el apuro de la huida de la muerte. Aunque ha habido más de 300 fugitivos, sólo dieciséis fueron juzgados, entre ellos Congo Manuel, todos ellos esclavos del capitán general Manuel Francisco Xavier, que fue castigado de manera indirecta por otros agricultores por no haber controlado a sus esclavos y, en consecuencia, “han sacudido el frágil equilibrio social de la próspera región”.
Al parecer, durante el juicio se decidió no aumentar en gran medida la “pérdida” del capitán general Manuel Francisco Xavier, que había perdido siete esclavos muertos en combate. Bajo el acuerdo, sólo el líder de la rebelión fue condenado por la muerte en combate de dos soldados de la Guardia Nacional. Todos los acusados indicaron a Manuel Congo como un líder de la insurrección, por lo tanto, fue sentenciado a la horca.
La Granja de Ciudad, donde comenzó la revuelta, es ahora el centro cultural en el pueblo de Arcozelo Paty do Alferes, la más grande en el área de América Latina. La antigua capilla de la casa grande se dedicó a la memoria de los esclavos condenados por rebelión. En el frente están escritos los nombres de Manuel Congo y otros juzgados por la rebelión de los esclavos, pero los nombres de más de una veintena de esclavos muertos en los combates cayeron en el olvido porque no fueron registrados en los casos penales.
Manuel Congo es recordado como líder del Quilombo de Vassouras.
Quilombo (del kimbundu, una de las lenguas bantúes más habladas en Angola: kilombo) o también Palenque es un término usado en Latinoamérica para denominar a los lugares o concentraciones políticamente organizadas de negros esclavos cimarrones en lugares con fuente de agua y cuevas, con líderes que ejercían su autoridad al interior de los mismos.
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