23 de febrero de 1936 – Elías Beauchamp e Hiram Rosado, del Partido Nacionalista de Puerto Rico, ajustician al coronel Riggs por la muerte de cuatro nacionalistas.
El sometimiento de una nación como Puerto Rico a otra, como Estados Unidos; de habla, religión, origen, cultura e idiosincrasia diferente no ha podido ser si no duro y dramático, sobretodo que éste último se ha valido de todo su poderío para penetrar y silenciar la cultura boricua.
En efecto, la memoria colectiva de los puertorriqueños ha sido víctima de la acción de los norteamericanos que han reescrito la historia de la nación silenciando las luchas por la independencia; han impuesto la enseñanza de su propia historia; han obligado a usar la bandera e himno estadounidenses y han permitido la conmemoración de escasos eventos relacionados con la isla.
Un hecho que traemos a Agenda Temática Popular, es la pequeña historia de dos jóvenes independentista en el relato de Joaquín G Chévere Rivera
En efecto, la memoria colectiva de los puertorriqueños ha sido víctima de la acción de los norteamericanos que han reescrito la historia de la nación silenciando las luchas por la independencia; han impuesto la enseñanza de su propia historia; han obligado a usar la bandera e himno estadounidenses y han permitido la conmemoración de escasos eventos relacionados con la isla.
Un hecho que traemos a Agenda Temática Popular, es la pequeña historia de dos jóvenes independentista en el relato de Joaquín G Chévere Rivera
“Era la terrible época de la represión brutal contra el Partido Nacionalista por el sanguinario gobernador yanki Blanton Winship. El mismo que un año después sería el responsable principal de la Masacre de Ponce. El año anterior, el 24 de octubre de 1935 la Policía Colonial asesina a cuatro jóvenes nacionalistas. Pasará a la historia como la Masacre de Río Piedras. Seguían órdenes de Francis Riggs, Coronel yanki, jefe de la policía. Previamente este le había declarado la guerra a los nacionalistas. Es dentro de esas circunstancias que los jóvenes Hiram Rosado y Elías Beauchamp ajustician al fascista Francis Riggs. Los jóvenes son arrestados y llevados al cuartel de la Policía de San Juan. Allí fueron acribillados a balazos. Asesinatos viles que respondían a la agenda represiva del Gobierno de los Estados Unidos contra el Partido Nacionalista por lo que este representaba. Eran una amenaza para el sistema colonial. Arrecia la represión. Semanas mas tarde el Maestro Pedro Albizu Campos y siete dirigentes nacionalistas son acusados en la corte imperial de conspirar para derrocar el Gobierno de Estados Unidos en Puerto Rico. Eventualmente serán enjuiciados y condenados a condenas de 7 a 10 años de cárcel a cumplirse en prisiones del imperio. Cárcel y exilio. Pero esa es otra dolorosa historia para otro recordatorio. Lamentablemente, las muertes quedaron impunes. Hiram Rosado y Elías Beauchamp, dos valientes patriotas que entraron dignamente a nuestra historia. Víctimas del Imperio Yanki. Honremos su memoria, continuando nuestra lucha sin descanso por la libertad de nuestra patria”.
Fuente: Agenda Tematica Popular
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