EL 6 DE SEPTIEMBRE DE 1815, en Kingston, donde se hallaba asilado, SIMÓN BOLIVAR escribe LA CARTA DE JAMAICA, donde analiza la situación de Venezuela y presenta el futuro de toda América, producto de sus claros conceptos sociopolíticos.
ANTECEDENTES
El Libertador, vivía entonces los peores momentos de su azarosa vida política, sin embargo, no perdió ni un momento la voluntad de continuar la lucha, ni la seguridad en el triunfo definitivo.
Desde mayo había llegado a la capital de la isla de Jamaica (Kingston), donde se dedicó activamente a buscar ayuda, principalmente con el gobierno inglés, para continuar la lucha en Tierra Firme.
El Libertador estaba convencido de la necesidad de la ayuda exterior para alcanzar la independencia.
La guerra no podía librarse sin armas, sin pertrechos, sin dinero para atender a los gastos del conflicto, y tales elementos había que buscarlos en el exterior. En aquel momento las condiciones de atraso económico en que se encontraba Venezuela, no dejaban ni siquiera pensar en obtenerlos dentro del país; para continuar la guerra no había otra alternativa que recurrir a la ayuda de los otros países.
"Si me hubiese quedado un solo rayo de esperanza de que la América pudiese triunfar por sí sola, ninguno habría ambicionado más que yo el honor de servir a mi país, sin degradarlo a la humillación de solicitar una protección extraña. Esta es la causa de mi separación de la Costa Firme. Vengo a procurar auxilios: iré en su busca a esa soberbia capital; si fuese preciso marcharé hasta el polo, y si todos son insensibles a la voz de la humanidad, habré llenado mi deber, aunque inútilmente y volveré a morir combatiendo en mi patria". Le escribe en Jamaica a Sir Ricardo Weliesley, (alto funcionario del gobierno inglés).
Los auxilios que buscaba El Libertador eran suministros para continuar la guerra.
"... veinte o treinta mil fusiles; un millón de libras esterlinas; quince o veinte buques de guerra; municiones, algunos agentes y los voluntarios militares que quieran seguir las banderas americanas: he aquí cuanto se necesita para dar la libertad a la mitad del mundo y poner el universo en equilibrio"...
Fue lo que solicitó El Libertador en Kingston.
La idea de El Libertador en relación con esta ayuda era que no sería gratuita y las naciones que contribuyeran a la independencia, obtendrían, a cambio, los beneficios del comercio con los nuevos países, que durante siglos había sido monopolio de España.
El Libertador conocía perfectamente las pretensiones de los actores políticos de la época, y su objetivo principal era lograr la independencia.
ANTECEDENTES
El Libertador, vivía entonces los peores momentos de su azarosa vida política, sin embargo, no perdió ni un momento la voluntad de continuar la lucha, ni la seguridad en el triunfo definitivo.
Desde mayo había llegado a la capital de la isla de Jamaica (Kingston), donde se dedicó activamente a buscar ayuda, principalmente con el gobierno inglés, para continuar la lucha en Tierra Firme.
El Libertador estaba convencido de la necesidad de la ayuda exterior para alcanzar la independencia.
La guerra no podía librarse sin armas, sin pertrechos, sin dinero para atender a los gastos del conflicto, y tales elementos había que buscarlos en el exterior. En aquel momento las condiciones de atraso económico en que se encontraba Venezuela, no dejaban ni siquiera pensar en obtenerlos dentro del país; para continuar la guerra no había otra alternativa que recurrir a la ayuda de los otros países.
"Si me hubiese quedado un solo rayo de esperanza de que la América pudiese triunfar por sí sola, ninguno habría ambicionado más que yo el honor de servir a mi país, sin degradarlo a la humillación de solicitar una protección extraña. Esta es la causa de mi separación de la Costa Firme. Vengo a procurar auxilios: iré en su busca a esa soberbia capital; si fuese preciso marcharé hasta el polo, y si todos son insensibles a la voz de la humanidad, habré llenado mi deber, aunque inútilmente y volveré a morir combatiendo en mi patria". Le escribe en Jamaica a Sir Ricardo Weliesley, (alto funcionario del gobierno inglés).
Los auxilios que buscaba El Libertador eran suministros para continuar la guerra.
"... veinte o treinta mil fusiles; un millón de libras esterlinas; quince o veinte buques de guerra; municiones, algunos agentes y los voluntarios militares que quieran seguir las banderas americanas: he aquí cuanto se necesita para dar la libertad a la mitad del mundo y poner el universo en equilibrio"...
Fue lo que solicitó El Libertador en Kingston.
La idea de El Libertador en relación con esta ayuda era que no sería gratuita y las naciones que contribuyeran a la independencia, obtendrían, a cambio, los beneficios del comercio con los nuevos países, que durante siglos había sido monopolio de España.
El Libertador conocía perfectamente las pretensiones de los actores políticos de la época, y su objetivo principal era lograr la independencia.
Comentarios
Publicar un comentario