7 de septiembre de 1822 – Independencia de Brasil. Grito de Ipiranga
La Reina María I de Portugal, en 1785, implantó en el territorio brasileño el monopolio comercial, es decir que en sus colonias portuguesas implantó un régimen político-económico absolutista.
Esto provocó un malestar popular, lo que hizo que se planearan movimientos de rebeldía (Tiradentes).
Pero otros hechos contribuyeron a modificar la situación, cuando en Portugal, la reina Doña María I fue declarada demente y su hijo João asumió la regencia. A fines de 1807 decidió trasladar la corte al Brasil para evitar el cautiverio por parte de las tropas napoleónicas que invadían Portugal.
La corte arribó a Brasil en enero de 1808 y comenzó una época de prosperidad para el país que había sido, hasta entonces, simple colonia.
La Reina murió en 1816; y en 1821 el Rey Don João VI regresó a Lisboa, dejando como príncipe regente a su hijo don Pedro I, de 23 años (1798 - 1834).
Ya se había despertado en Brasil un sentimiento de nacionalismo y patriotismo; e instaron al príncipe a entronarse como soberano del Brasil con plenos poderes.
En diciembre de 1821, el rey ordenaba a su hijo Pedro I regresar a Lisboa, pero éste decidió quedarse y los hechos se van sucediendo hasta que el 7 de septiembre de 1822, a orillas del arroyo Ipiranga, en las cercanías de São Paulo, don Pedro I, con el apoyo de su amigo, el gran estadista y patriota José Bonifacio de Andrade e Silva, proclamó la Independencia del Brasil.
Ese mismo año fue coronado Emperador con el nombre de Pedro I.
Tras pocas luchas con las tropas portuguesas y en 1825 se firmó un tratado por el cual Don João VI reconoció la independencia a cambio de compensaciones económicas y la concesión del título honorífico de Emperador de por vida.
Esto provocó un malestar popular, lo que hizo que se planearan movimientos de rebeldía (Tiradentes).
Pero otros hechos contribuyeron a modificar la situación, cuando en Portugal, la reina Doña María I fue declarada demente y su hijo João asumió la regencia. A fines de 1807 decidió trasladar la corte al Brasil para evitar el cautiverio por parte de las tropas napoleónicas que invadían Portugal.
La corte arribó a Brasil en enero de 1808 y comenzó una época de prosperidad para el país que había sido, hasta entonces, simple colonia.
La Reina murió en 1816; y en 1821 el Rey Don João VI regresó a Lisboa, dejando como príncipe regente a su hijo don Pedro I, de 23 años (1798 - 1834).
Ya se había despertado en Brasil un sentimiento de nacionalismo y patriotismo; e instaron al príncipe a entronarse como soberano del Brasil con plenos poderes.
En diciembre de 1821, el rey ordenaba a su hijo Pedro I regresar a Lisboa, pero éste decidió quedarse y los hechos se van sucediendo hasta que el 7 de septiembre de 1822, a orillas del arroyo Ipiranga, en las cercanías de São Paulo, don Pedro I, con el apoyo de su amigo, el gran estadista y patriota José Bonifacio de Andrade e Silva, proclamó la Independencia del Brasil.
Ese mismo año fue coronado Emperador con el nombre de Pedro I.
Tras pocas luchas con las tropas portuguesas y en 1825 se firmó un tratado por el cual Don João VI reconoció la independencia a cambio de compensaciones económicas y la concesión del título honorífico de Emperador de por vida.
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