PACO URONDO, A 41 AÑOS DE SU ASESINATO
Francisco “Paco” Urondo (1930-1976) fue un intelectual comprometido con el pueblo.
Era un reconocido poeta de la generación de los años ’60 y ’70, novelista (Los pasos previos), cuentista, dramaturgo, ensayista (Veinte años de poesía argentina), guionista de cine y televisión y periodista.
Fue responsable del suplemento cultural del diario La Opinión (1971), secretario de redacción del diario Noticias (1973) y autor de La patria fusilada (reportaje a tres sobrevivientes de la masacre del 22 de agosto de 1972 en Trelew), que realizó mientras estaba preso en la cárcel de Villa Devoto, en 1973.
Se integró a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) a comienzos de los años ’70 y luego se aliaron a Montoneros.
Era un reconocido poeta de la generación de los años ’60 y ’70, novelista (Los pasos previos), cuentista, dramaturgo, ensayista (Veinte años de poesía argentina), guionista de cine y televisión y periodista.
Fue responsable del suplemento cultural del diario La Opinión (1971), secretario de redacción del diario Noticias (1973) y autor de La patria fusilada (reportaje a tres sobrevivientes de la masacre del 22 de agosto de 1972 en Trelew), que realizó mientras estaba preso en la cárcel de Villa Devoto, en 1973.
Se integró a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) a comienzos de los años ’70 y luego se aliaron a Montoneros.
Murió asesinado el 17 de junio de 1976 en Guaymallén, en una redada en la cual Alicia Rabboy, su esposa, fue secuestrada y continúa aún desaparecida. Ángela, su hija, sobrevivió.
Luego desaparecieron Claudia, la hija de Paco, y “Jote” Koncurat, su marido, en diciembre de 1976.
Así lo recordaba Juan Gelman: “Con más valor y lucidez, y menos autocomplacencia, luchó con y contra la imposibilidad de la escritura. También luchó con y contra un sistema social encarnizado en crear sufrimiento… No hubo abismos entre experiencia y poesía para Urondo”.
Luego desaparecieron Claudia, la hija de Paco, y “Jote” Koncurat, su marido, en diciembre de 1976.
Así lo recordaba Juan Gelman: “Con más valor y lucidez, y menos autocomplacencia, luchó con y contra la imposibilidad de la escritura. También luchó con y contra un sistema social encarnizado en crear sufrimiento… No hubo abismos entre experiencia y poesía para Urondo”.
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