1 de abril de 1980 – Comienza en Brasil la huelga de los 41 días
En 1980, Lula lideró la histórica huelga de los 41 días. La campaña salarial de los metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo e Diadema reivindicaba sobre todo garantías laborales, reducción de la jornada de trabajo a 40 horas semanales, control de las jefaturas por los trabajadores y derecho de los dirigentes sindicales a ingresar en las empresas en cualquier momento. Como los patrones se mostraban irreductibles a las negociaciones, la huelga inicio el primero de abril cuando 140 mil metalúrgicos se cruzaron de brazos.
La represión al movimiento incluyo hasta helicópteros del ejército que, armaron con ametralladoras, sobrevolaban las asambleas de Villa Euclides. Lula consiguió que los trabajadores no se dejaran intimidar. Mientras cantaban el himno nacional, todos erguían banderitas de Brasil distribuidas por el sindicato.
El 17 de abril, el ministro de trabajo decreto la intervención en el sindicato presidido por Lula. El día 19, a las 6 AM, Lula fue apresado en su casa por el Depto. de Orden Público y Social en una operación coordinada por el gobierno de Paulo Maluf, que incluyo con el encarcelamiento de innumerables dirigentes del Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos ABC, y de sindicalistas y juristas de Sao Paulo.
El 1 de mayo, Lula tuvo la alegría de saber, en prisión que 120 mil personas se habían reunido en una manifestación en Sao Bernardo do Campo. La tristeza, pocos días después, fue a obtener permiso especial para asistir escoltado a la misa de cuerpo presente de su madre. Como forma de presión para que los patrones retomasen las negociaciones, Lula y sus compañeros de cárcel hicieron seis días de huelga de hambre.
El 20 de mayo de 1980, Lula obtuvo su prisión preventiva revocada. Liberado, al llegar a su casa, lo primero que hizo fue a sacar a los pajaritos de su jaula.
Juzgado por la justicia militar en noviembre de 1981, recibió una pena de tres años y seis meses de prisión; posteriormente el Tribunal Superior Militar anulo el proceso.
La huelga termino el 11 de mayo y obtuvo un gran avance político en la organización.
La represión al movimiento incluyo hasta helicópteros del ejército que, armaron con ametralladoras, sobrevolaban las asambleas de Villa Euclides. Lula consiguió que los trabajadores no se dejaran intimidar. Mientras cantaban el himno nacional, todos erguían banderitas de Brasil distribuidas por el sindicato.
El 17 de abril, el ministro de trabajo decreto la intervención en el sindicato presidido por Lula. El día 19, a las 6 AM, Lula fue apresado en su casa por el Depto. de Orden Público y Social en una operación coordinada por el gobierno de Paulo Maluf, que incluyo con el encarcelamiento de innumerables dirigentes del Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos ABC, y de sindicalistas y juristas de Sao Paulo.
El 1 de mayo, Lula tuvo la alegría de saber, en prisión que 120 mil personas se habían reunido en una manifestación en Sao Bernardo do Campo. La tristeza, pocos días después, fue a obtener permiso especial para asistir escoltado a la misa de cuerpo presente de su madre. Como forma de presión para que los patrones retomasen las negociaciones, Lula y sus compañeros de cárcel hicieron seis días de huelga de hambre.
El 20 de mayo de 1980, Lula obtuvo su prisión preventiva revocada. Liberado, al llegar a su casa, lo primero que hizo fue a sacar a los pajaritos de su jaula.
Juzgado por la justicia militar en noviembre de 1981, recibió una pena de tres años y seis meses de prisión; posteriormente el Tribunal Superior Militar anulo el proceso.
La huelga termino el 11 de mayo y obtuvo un gran avance político en la organización.
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