4 de abril de 1884 – Acuerdo de Valparaíso. Bolivia cede Antofagasta a Chile convirtiéndose en país mediterráneo. En uno de los postreros y menos conocidos epis odios de la Guerra del Pacífico, a fines de 1883, tropas chilenas, operando desde la ciudad peruana ocupada de Puno, se asomaron a la frontera boliviana, a las orillas del lago Titicaca, donde incluso se trasladó la lancha torpedera "Colocolo", para que patrullase sus aguas. Más aún, y ya dentro de lo anecdótico, un adolescente oficial chileno y futuro alcalde de Valparaíso, Arturo Benavides Santos, se dio el gusto de cruzar la frontera, por travesura, disfrazado de civil, y asomarse al sector de El Alto, para contemplar el panorama de La Paz. Esto fue lo más cercano que hubo a una invasión chilena a Bolivia, y la operación tenía un objetivo claramente persuasivo, para convencer al gobierno altiplánico de terminar con el estado de guerra; en octubre de 1883 ya se había firmado la paz por separado con el Perú, en