20 de octubre de 1944, es derrocada finalmente la dictadura de Ubico
Cuando el general Ubico tomó el poder en 1931, el pueblo se acordó con terror de lo que había hecho en Altaberapaz y Tetalhuleu siendo General de mano de hierro. Sobresalía en el arte de conspirar. Había organizado una red de lo que se llamaban grupos de "cinco". En un momento dado hubo más de 7.000 hombres alistados sin contar más que los de la capital. Procuró que estos se infiltraran en todos los departamentos del gobierno. Ningún grupo de "cinco" conocía a los otros miembros de esta red secreta implantada en todo el país. Ubico tenia firmemente las riendas de esta organización de espionaje e información, que él controlaba. "Cinco" (las cinco letras del nombre del General) simbolizaba una de sus medidas de represión más eficaces. Dirigió victoriosamente una campaña, utilizando su red, con el fin de suprimir las elecciones. Se dice que aspiraba a gobernar Guatemala durante cinco mandatos presidenciales por respeto a una cifra mágica.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la lucha antifascista en las Américas obligó a Ubico a conceder una apertura política en Guatemala. Confiado en su popularidad, Ubico accedió. Permitió el restablecimiento de varias asociaciones estudiantiles y autorizó de nuevo el funcionamiento de la AEU. Tras años de asedio a la organización política y al sistema educativo, estos cambios incentivaron a las fuerzas opositoras. No obstante, la dictadura impedía cualquier tipo de organización independiente. Fue así como las aulas universitarias se convirtieron en un espacio para las deliberaciones y encuentros de una creciente oposición política.
En 1942 los "Escuilaches" (un grupo de estudiantes en el que participaron Manuel Galich, Mario Méndez Montenegro y Alfonso Bauer Paiz, entre otros) elaboró un documento que proponía derribar a Ubico, usando la Universidad como la base de oposición. En junio de 1944, algunos grupos estudiantiles empezaron a manifestarse públicamente a favor de la autonomía universitaria. La autonomía no fue la última meta de los manifestantes, sino que pedirla fue una forma más segura de organizar la oposición al dictador. Estas protestas estudiantiles fueron la chispa que prendió el fuego a lo que meses más tarde sería la Revolución de Octubre.
Estudiantes, maestros y obreros salieron a las calles, creando una nueva modalidad de lucha cívica en Guatemala: manifestaciones públicas que contaron con la participación popular masiva. El 25 de junio 1944 el ejército y la Policía Nacional tomaron medidas represivas frente a una manifestación de mujeres, con un saldo de varias manifestantes heridas y por lo menos una muerte, la maestra de primaria María Chinchilla.
Esto no detuvo al pueblo y fue Ubico quien debió replegarse. El 1 de julio el general aceptó una petición formal de renuncia firmada por 44 ciudadanos notables. Ubico dejó en el poder al también general Federico Ponce Vaides, entre otros militares, lo que le valió a ese gobierno ser llamado "un ubiquismo sin Ubico".
El descontento popular continuó. Frente al gobierno de Ponce, los estudiantes mantuvieron su demanda de autonomía universitaria. Tomando su ejemplo, numerosas organizaciones políticas, cívicas, obreras y hasta empresariales expresaron cada una sus peticiones. Fue una dramática expresión del nacimiento de la sociedad civil guatemalteca, dirigida por universitarios.
El gobierno respondió con una serie de atentados contra la prensa y los dirigentes de las protestas. Finalmente, el 20 de octubre de 1944 una alianza entre obreros, estudiantes y militares descontentos derrocó, por medio de las armas, a Ponce y sus aliados, dando inicio a los "diez años de primavera" en Guatemala.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la lucha antifascista en las Américas obligó a Ubico a conceder una apertura política en Guatemala. Confiado en su popularidad, Ubico accedió. Permitió el restablecimiento de varias asociaciones estudiantiles y autorizó de nuevo el funcionamiento de la AEU. Tras años de asedio a la organización política y al sistema educativo, estos cambios incentivaron a las fuerzas opositoras. No obstante, la dictadura impedía cualquier tipo de organización independiente. Fue así como las aulas universitarias se convirtieron en un espacio para las deliberaciones y encuentros de una creciente oposición política.
En 1942 los "Escuilaches" (un grupo de estudiantes en el que participaron Manuel Galich, Mario Méndez Montenegro y Alfonso Bauer Paiz, entre otros) elaboró un documento que proponía derribar a Ubico, usando la Universidad como la base de oposición. En junio de 1944, algunos grupos estudiantiles empezaron a manifestarse públicamente a favor de la autonomía universitaria. La autonomía no fue la última meta de los manifestantes, sino que pedirla fue una forma más segura de organizar la oposición al dictador. Estas protestas estudiantiles fueron la chispa que prendió el fuego a lo que meses más tarde sería la Revolución de Octubre.
Estudiantes, maestros y obreros salieron a las calles, creando una nueva modalidad de lucha cívica en Guatemala: manifestaciones públicas que contaron con la participación popular masiva. El 25 de junio 1944 el ejército y la Policía Nacional tomaron medidas represivas frente a una manifestación de mujeres, con un saldo de varias manifestantes heridas y por lo menos una muerte, la maestra de primaria María Chinchilla.
Esto no detuvo al pueblo y fue Ubico quien debió replegarse. El 1 de julio el general aceptó una petición formal de renuncia firmada por 44 ciudadanos notables. Ubico dejó en el poder al también general Federico Ponce Vaides, entre otros militares, lo que le valió a ese gobierno ser llamado "un ubiquismo sin Ubico".
El descontento popular continuó. Frente al gobierno de Ponce, los estudiantes mantuvieron su demanda de autonomía universitaria. Tomando su ejemplo, numerosas organizaciones políticas, cívicas, obreras y hasta empresariales expresaron cada una sus peticiones. Fue una dramática expresión del nacimiento de la sociedad civil guatemalteca, dirigida por universitarios.
El gobierno respondió con una serie de atentados contra la prensa y los dirigentes de las protestas. Finalmente, el 20 de octubre de 1944 una alianza entre obreros, estudiantes y militares descontentos derrocó, por medio de las armas, a Ponce y sus aliados, dando inicio a los "diez años de primavera" en Guatemala.
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